Aviso: aunque inicialmente todo formaba parte de un solo artículo, esta aproximación al Derecho friki ha sido dividida en tres entradas distintas, para tratar de lograr que el lector pueda completar la lectura de forma escalonada y sin necesidad de interrumpirla pegándose un tiro en la sien.
Derecho friki: Introducción
Derecho friki (I): La interpretación
Derecho friki (II): Lo consuetudinario y lo dispositivo ← Usted está aquí
Decíamos en el artículo anterior que a veces no había demasiado hueco para la interpretación y que, para poder jugar, nos veíamos obligados a llenar esos vacíos con algo. Y una de las pastas que usamos para rellenar huecos tiene un nombre super raro: "Derecho consuetudinario". Pues vamos a culminar esta serie de artículos, hablando un poco sobre ello.
El Derecho consuetudinario friki
La palabra "consuetudinario" parece diseñada para frenar casi en seco nuestra velocidad de lectura y hacernos volver de repente a esas vergonzosas clases de preescolar en las que nos tocaba leer en voz alta delante de nuestros compañeros: con-sueee-tuuu-dinaa-rio. Pero, además de eso, viene del latín
consuetudinarĭus, que a su vez es la forma adjetiva de consuetūdo; es decir: de la
costumbre.
La costumbre es uno de los métodos originarios de creación del Derecho. Y es que este puede crearse por pura y simple repetición. Porque cuando un determinado número de personas hacen algo de una determinada manera durante un determinado tiempo, esa manera acaba convirtiéndose en una norma jurídica por sí misma. Y ello, por supuesto, con independencia de si esa es o no la mejor manera de hacer esa cosa*.
* (*Suspiro*) Aaay, las malditas tradiciones...
Pero no creáis que esto es algo arcaico, propio de cuando la gente resolvía las disputas usando espadas (en lugar de nuestra actual -y mucho más eficaz y elegante- navaja). Porque nuestro Código Civil vigente reconoce como
fuentes del derecho a la
Ley, la
costumbre y a los
principios generales del derecho. O sea, que una de nuestras normas más importantes le otorga a la costumbre el segundo lugar en importancia (justo por detrás de la ley), a la hora de que un tribunal juzgue si algo se ha hecho bien o se ha hecho mal.
Pero como todo en esta vida, entre la costumbre también hay clases. Así, la costumbre será, por lo general,
praeter legem (al margen de la ley), ya que estará ahí para llenar los huecos que la ley no ha sabido llenar, pero sin contravenirla directamente. Eso no quita que en ocasiones también pueda ser una costumbre
contra legem, cuando supone llevar a cabo actos que se oponen frontalmente a lo dispuesto en las leyes.
Como es lógico, esta segunda clase de costumbre no está permitida en nuestro actual ordenamiento jurídico. Pero como a nosotros nos importa un pito el ordenamiento jurídico; sí que nos resulta realmente interesante la costumbre
contra legem para nuestras frikadas. Aunque la verdad es que no la llamamos con ese nombre latinajo tan raro; sino que preferimos usar el término: "
reglas de la casa"*.
* Por cierto, a la costumbre también se la llamaba "usos de la plaza", al ser las plazas de los pueblos y ciudades donde se concentraba la mayor parte de actividad mercantil. Así que era en ellas dónde se iban consolidado poco a poco los "usos mercantiles", es decir: la costumbre a la hora de hacer negocios. De nada por este nuevo dato curioso pero inútil que te acabas de aprender.
Con una regla de la casa podemos anular y/o cambiar alguna norma del manual que no nos guste especialmente como funciona, ya sea para dejarla sin efecto o para "mejorarla" (siempre a nuestro juicio). El ejemplo más claro que me viene a la cabeza con Kill Team es el de las líneas de visión. Y es que, como ya vimos en el
artículo de la fase de disparo, está realmente extendido en los grupos de juego anular la norma del sistema de visión general y sustituirla por el sistema de visión de coberturas u otra regla más o menos equivalente. Es, por tanto, un ejemplo perfecto de costumbre
contra legem. Pero como aquí no tenemos ley, sino manual, podríamos llamarla
contra codex generalis o algún latinajo así medio real, medio inventado*.
* Y si algún filólogo clásico pregunta, le decimos que no es latín, que es gótico imperial y le hacemos quedar como un maldito ignorante.
¿Te ha picado el gusanillo?
Pues dale a SIGUE LEYENDO y seguimos con el tema (salvo que hayas llegado hasta aquí mediante un enlace directo, en cuyo caso este mensaje solo está aquí para joder).